Son muchas las causas que explican por qué después del verano aumentan las demandas de divorcio en España. Una de las más comunes es que durante el año las parejas están muy ocupadas trabajando y tienen poco tiempo libre, de forma que la convivencia es mínima.
En vacaciones ocurre todo lo contrario. Están en contacto continuo, y es entonces cuando salen a la luz problemas que se arrastran desde hace mucho tiempo. Aunque en teoría las vacaciones pueden ser una gran oportunidad para disfrutar de tiempo en pareja, la falta de comunicación puede dar lugar a conflictos que desembocan en una ruptura.
¿Cómo reaccionar ante una petición de divorcio?
Por complicado que parezca, lo primero que hay que hacer cuando se recibe una petición de divorcio es actuar con la mayor calma posible. Hay que escuchar a la otra parte y evitar entrar en una discusión que no va a llevar a ninguna parte.
La situación es un poco más complicada cuando hay hijos en común, sobre todo si son menores de edad. Hay que velar por el bienestar de los menores, y para ello es fundamental pensar con la cabeza fría para que no se produzca un conflicto emocional que podría afectarles.
Un matrimonio tóxico puede causar mucho daño a los niños, así que es importante saber cuándo hay que poner fin al mismo. Tras la petición de divorcio, el primer paso es contratar a un abogado especializado en este tipo de procedimientos.
Divorcio de mutuo acuerdo
En España, se contemplan dos tipos de divorcio: de mutuo acuerdo y contencioso. El divorcio express es una modalidad del divorcio de mutuo acuerdo y consiste en tramitar la ruptura del vínculo matrimonial ante notario en lugar de hacerlo por vía judicial, lo que acelera en gran medida el proceso. Para ello, es requisito indispensable que no haya hijos menores de edad fruto del matrimonio ya que, de ser así, el divorcio, aunque sea de mutuo acuerdo, debe realizarse por vía judicial ya que tiene que intervenir el Ministerio Fiscal para garantizar su bienestar.
Es interesante conocer cuáles son las ventajas del divorcio amistoso frente al contencioso:
- Ahorro económico: sin lugar a dudas, el divorcio es una de las decisiones más importantes que puede tomar una pareja ya que su vida va a dar un giro de 180 grados. Cuando es de mutuo acuerdo, los cónyuges pueden compartir un mismo abogado, lo que supone un importante ahorro de dinero.
- Menos tiempo: un divorcio contencioso puede alargarse durante más de un año. Por el contrario, un divorcio de mutuo acuerdo se puede resolver en el plazo de unos pocos meses.
- Acuerdo personalizado: cuando los cónyuges no consiguen llegar a un acuerdo, el divorcio se resuelve de manera contenciosa y el Juez el que determina las medidas que regirán la ruptura del vínculo matrimonial. En el divorcio de mutuo acuerdo, son ellos los que deciden las medidas, que aparecen reflejadas en el convenio regulador.
- Partes beneficiadas: una de las principales ventajas de este tipo de divorcio es que todos ganan, ambos cónyuges y los hijos en casa de que los haya. No existe un ganador y un perdedor, sino que hay un acuerdo al que han llegado mediante consenso velando por el bienestar de toda la familia.
Por último, cabe señalar que el divorcio puede ser solicitado por uno o los dos cónyuges, con el único requisito de que hayan transcurrido al menos tres meses desde la celebración del matrimonio. Si hay mutuo acuerdo, todo es mucho más sencillo.