Un divorcio, aunque sea de mutuo acuerdo, no es un proceso sencillo. Hay que asumir que el amor y la relación se han acabado, lo que supone un duro golpe emocional. Son muchos los recuerdos que golpean la mente de los cónyuges de manera repetida, pero es importante aceptar la situación. El primer paso para poder afrontar el futuro y continuar caminando en el camino de la vida es reconocer los sentimientos y las emociones. En muchos casos las personas se niegan a asimilar su nueva realidad como forma de protegerse. Pero es un gran error. Hay una serie de consejos básicos para no tener miedo al divorcio.
Tener clara la decisión
Por supuesto, antes de iniciar los trámites los cónyuges deben tener muy clara cuál es su decisión. Es esencial conocer la diferencia entre separación y divorcio. En el primer caso no se rompe el vínculo matrimonial, aunque sí cesa la convivencia, mientras que en el segundo se termina el vínculo matrimonial.
¿Qué quiere decir esto? Con la separación los cónyuges continúan estando casados, de forma que no pueden volver a casarse, aunque no viven juntos. En cambio, con el divorcio, se disuelve el matrimonio.
Ponerse en manos de los mejores profesionales
Lo primero y más importante a la hora de afrontar un divorcio es ponerse en manos de los mejores abogados matrimonialistas. Aunque sea de mutuo acuerdo, el papel de estos profesionales es fundamental a la hora de redactar el convenio regulador y la demanda de divorcio.
En nuestro despacho contamos con los mejores profesionales en el ámbito del derecho de familia. Abogados especializados en divorcios, con una gran formación y experiencia en este campo. Ellos serán tu mejor ayuda en este proceso, asesorando de manera cercana, con total confianza.
Aprovechar la ruptura para crecer
Sin lugar a dudas, un divorcio supone un enorme dolor para los cónyuges. Sin embargo, es interesante recordar que los sentimientos negativos pueden ayudarles a empoderarse frente a la vida, siempre y cuando sean capaces de canalizarlos de manera adecuada. Lo primero y más importante es aceptar la situación. A partir de ahí, hay que buscar la manera de sacar provecho de la situación. Durante un proceso tan duro como una ruptura sentimental se pueden aprender grandes lecciones.
Buscar ayuda en familiares y amigos
Cuando una relación de pareja se rompe, generalmente los amigos y familiares son el mejor apoyo. Con ellos es posible hablar de los sentimientos, emociones y pensamientos con total libertad, sin miedo a ser juzgado. Las charlas con los seres queridos son muy efectivas porque en muchos casos ayudan a tomar conciencia.
Participar en actividades que resulten placenteras
El aislamiento es el peor enemigo de una persona que está atravesando un divorcio. Por complicado que resulte hay que salir al mundo y afrontar la nueva realidad con optimismo. Participar en actividades que resulten placenteras siempre es una gran opción porque ayudan a liberar endorfinas, las conocidas como hormonas de la felicidad. Por lo tanto, es el momento de reflexionar acerca de cuáles son los gustos y preferencias de cada uno.
Esto es todo lo que debes saber sobre cómo no tener miedo al divorcio. Lo más importante de todo es que medites muy bien la decisión. No hay que precipitarse. Una vez tomada, lo mejor es apostar por la vía amistosa, tanto desde el punto de vista económico como emocional. El trámite es mucho más rápido y menos traumático, sobre todo si hay hijos menores de edad.
Y, por último, cabe resaltar la importancia de contar con los mejores abogados en divorcios para tener un asesoramiento legal óptimo.