Un proceso de divorcio, aunque sea amistoso, nunca es sencillo. Por este motivo, es fundamental que conozcas y pongas en práctica una serie de consejos para prepararte y llevarlo de la mejor manera posible. Lo primero y más importante es tratar de llegar a un acuerdo con tu pareja para que todo resulte más sencillo, sobre todo si tenéis hijos, ya que en un divorcio los menores siempre son los que más sufren.
¿Cómo enfrentarse a un proceso de divorcio?
Antes de poner punto y final a tu matrimonio, plantéate la pregunta de si realmente has hecho todo lo que está en tu mano para salvarlo. Sé honesto contigo mismo y tómate el tiempo que necesites para pensar porque si decides seguir adelante con el divorcio, ya no hay marcha atrás. A diferencia de la separación, el divorcio supone la disolución del vínculo matrimonial.
Aunque creas que has tomado la decisión correcta, seguro que durante el proceso de divorcio habrá días malos, y debes aceptarlos como tal. No tienes por qué ocultar tus emociones negativas, como la desesperanza y la tristeza, sino que lo mejor es dejar que se liberen. Contar con el apoyo de tus seres queridos te puede resultar de gran ayuda en estos momentos.
Muchos padres evitan hablar del tema del divorcio con sus hijos creyendo que contarlo les creará confusiones y dudas. Pero, tal y como señalan los expertos, es un gran error. Hay que explicarles lo que está pasando, y darles cariño y sensación de seguridad. Lo más importante es que entiendan que no ha sido culpa suya y que nadie está enfadado con ellos.
Durante las conversaciones, evitad tratar de resolver problemas y de cambiar lo que sienten los hijos. Sentaos a escucharlos y responder a todas las preguntas que tengan. Las conversaciones deben ser un proceso continuo, porque a medida que pasen los días y las semanas quizás les surjan dudas que no se les habían ocurrido antes.
¿Cómo funciona el proceso de divorcio?
Desde el año 2005, no es necesario alegar una causa para divorciarse, y el único requisito que establece la normativa es que hayan transcurrido al menos tres meses desde la celebración del matrimonio. En España existen dos tipos de divorcio:
- De mutuo acuerdo: el divorcio de mutuo acuerdo presenta grandes beneficios con respecto al contencioso, así que es importante que tu pareja y tú os sentéis a dialogar y tratéis de llegar a un acuerdo. El procedimiento es más rápido, y también más económico, porque compartís abogado. Además, sois vosotros quienes acordáis las medidas que van a regir el divorcio, las cuales quedan reflejadas en el convenio regulador.
- Contencioso: en este caso, es uno de los cónyuges quien presenta la demanda de divorcio, quien está representado por un procurador y asistido por un abogado. Una vez presentada, el otro cónyuge tiene un plazo de 20 días para responder a la misma, también con procurador y abogado. Tras celebrarse el juicio, el Juez dicta sentencia, acordando las medidas que van a regir el divorcio.
También existen el divorcio exprés, una modalidad del divorcio amistoso. En este caso, además de haber transcurrido al menos tres meses desde la celebración del matrimonio, no debe haber hijos menores de edad. El divorcio exprés se lleva a cabo mediante notario. Los cónyuges no deben acudir a los tribunales, lo que agiliza y abarata en gran medida los trámites.
Hay una serie de documentación que es obligatoria para comenzar el proceso de divorcio: certificado de matrimonio, certificado de nacimiento de los hijos, certificado de empadronamiento, escritura y documentos de propiedad, y certificados bancarios.