Un proceso de separación o divorcio nunca es fácil, pero se hace más complicado cuando hay hijos pequeños. En este tipo de casos siempre es más conveniente apostar por la vía amistosa ya que el trámite se resuelve en menos tiempo, y el trauma emocional para la familia no es tan grande. Lo más dañino para los hijos es presenciar continuos conflictos entre los progenitores, y que éstos los utilicen como arma arrojadiza.
Consejos para separarse cuando hay hijos pequeños
A continuación, hemos recogido una serie de consejos esenciales para separarse cuando los niños son pequeños.
Ambos progenitores presentes
El divorcio es algo que afecta a ambos progenitores, de forma que a la hora de comunicar la decisión a los hijos tienen que estar presentes. Es el momento de dejar a un lado las diferencias y sentarse a hablar con ellos tranquilamente. Deben mostrarse confiados y serenos para que los niños tengan la convicción de que incluso en los momentos más complicados pueden contar con sus padres.
Si el matrimonio tiene más de un hijo, es fundamental tener la conversación con todos a la vez. Seguro que con el paso de los días y de las semanas se hace necesario hablar con cada uno de forma individual, pero a la hora de decirles que sus padres van a divorciarse todos deben estar presentes.
Sinceridad, ante todo
Los hijos, independientemente de su edad, deben ser conscientes de lo que implica un divorcio. Los progenitores deben mostrarse sinceros y hacerles entender que a partir de ahora vivirán en dos lugares diferentes. El objetivo es contarles qué es lo que está sucediendo con la mayor transparencia posible, y cómo les va a afectar a ellos.
Por supuesto, los hijos deben tener muy claro que el divorcio no es culpa suya. Quizá crean que han hecho algo mal y que el divorcio de sus padres tiene algo que ver con ello. Hay que explicarles que son problemas de pareja que nada tienen que ver con ellos.
Plan de vida
Cuando los niños asumen que sus padres van a divorciarse, necesitan saber cuál va a ser su plan de vida a partir de ese momento. Los progenitores tienen que transmitir confianza, explicándoles todos los detalles acerca de dónde y con quién van a vivir. Si se trata de un divorcio de mutuo acuerdo, en el convenio regulador los progenitores pueden establecer qué tipo de custodia desean y, si es compartida, cómo va a ser el régimen de visitas. Los niños deben tener este aspecto muy claro desde el primer momento.
Es muy probable que tengas preocupaciones concretas en relación a temas como juguetes, actividades, amigos… Los progenitores deben demostrarles que van a hacer todo lo que esté en sus manos para que sus vidas no se vean afectadas.
Escuchar
En cuanto los niños escuchen que sus padres van a divorciarse aflorarán en ellos muchos sentimientos y emociones: enfado, culpa, ira, tristeza… En algunos casos puede dar la impresión de que no sientan nada. Esto es algo muy habitual: hay niños que se encierran en sí mismos como medida de auto-protección, lo que no significa que la noticia no les afecte. Por eso es tan importante que los padres, más allá de explicarles la situación a sus hijos, también escuchen lo que estos tienen que decir.
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