Cuando los cónyuges se encuentran en pleno proceso de divorcio, son muchas las dudas que surgen. Es muy importante tenerlo todo claro, sobre todo en lo que respecta a los costes y los tiempos. Cabe señalar que la figura del abogado es clave en cualquier divorcio, independientemente de si es de mutuo acuerdo o contencioso. Una de las principales diferencias entre ambos tipos de divorcio es que en el primero los cónyuges pueden compartir abogado, lo que supone un importante ahorro económico, mientras que en el segundo cada uno de los cónyuges deben estar representados por su propio abogado.
Divorcio amistoso
El divorcio amistoso, también conocido como de mutuo acuerdo, es el método más rápido y económico para romper el vínculo matrimonial. Además, tiene un coste emocional significativamente más bajo. Los cónyuges, asistidos por su abogado, deciden cuáles son las medidas que van a regir el divorcio y las reflejan en el convenio regulador. Como ambos han decidido las medidas, estas, en principio, son más fáciles de cumplir.
El convenio regulador es el documento en el que se establecen las consecuencias del divorcio, el cual debe ser presentado junto a la demanda y debe contener una serie de puntos: régimen de custodia, visitas y comunicaciones de los hijos, disolución de la comunidad de bienes y uso de la vivienda familiar, pensión alimenticia y pensión compensatoria si procede.
En lo relativo a los costes del divorcio de mutuo acuerdo, el precio de los servicios del abogado oscila entre los 500 y los 800 euros, aproximadamente. A esto hay que sumar los entre 100 y 200 euros del procurador. Aunque depende de cada Juzgado, este tipo de divorcios tardan en resolverse entre tres y cinco meses.
Divorcio exprés
El divorcio exprés es una modalidad de divorcio amistoso a la que pueden acogerse los cónyuges que no tengan hijos menores. Aunque el divorcio sea de mutuo acuerdo, si hay hijos menores fruto del matrimonio, es obligatorio que el proceso se lleve a cabo por vía judicial, ya que debe intervenir el Ministerio Fiscal para velar por la protección de los menores y garantizar que sus derechos y sus intereses no se ven perjudicados de ningún modo.
Dicho de una forma sencilla, el divorcio exprés es aquel en el que es un notario y no el Juez el que se encarga de formalizar la ruptura del vínculo matrimonial. El precio es similar al del divorcio de mutuo acuerdo, pero la gran ventaja que ofrece es que se agilizan los trámites. Por lo general, se resuelve en un plazo de entre uno y tres meses.
Divorcio contencioso
Cuando los cónyuges no son capaces de llegar a un acuerdo, es necesario acudir al proceso de divorcio contencioso, en el que es necesaria la asistencia de abogado y procurador. El proceso comienza cuando uno de los cónyuges interpone una demanda mediante la cual expone la situación y sus peticiones. La demanda es notificada al otro cónyuge, que tiene un plazo de 20 días para responder a la misma. A continuación, el Juez cita a ambas partes para celebrar la vista y, finalmente, dicta sentencia, en la cual expresa las medidas que van a regir el divorcio.
Teniendo en cuenta que en el divorcio contencioso cada cónyuge debe estar asistido por su propio abogado y procurador, el coste se duplica con respecto al divorcio amistoso, y puede suponer unos 2.000 euros. Además, el proceso es mucho más largo, y se puede demorar entre seis y doce meses. Por este motivo, siempre lo más conveniente es tratar de llegar a un acuerdo.
