Se define como divorcio la disolución del vínculo matrimonial de los cónyuges. Este proceso conlleva que ambas partes pierden tanto los derechos como las obligaciones que contrajeron en el momento que decidieron unirse en matrimonio: pensión de viudedad, derecho sucesorio… Ambos cónyuges tienen derecho a solicitar el divorcio a la otra parte, haya o no una causa justificada. Además, tras la publicación en el BOE de la ley 15/2005 no es necesario que los cónyuges se separen antes de divorciarse.
¿Qué clases de divorcios existen en España?
De común acuerdo
Un divorcio es un proceso complejo, sobre todo a nivel emocional y sentimental, así que cuanto más sencillas puedan hacerse las cosas, mejor para ambas partes. Es por ello que los despachos de abogados recomendamos que, siempre que sea posible, los cónyuges lleguen a un acuerdo para un divorcio amistoso. En este caso ambos establecen un convenio regulador representados por su abogado matrimonialista.
Para que un divorcio se pueda llevar a cabo de mutuo acuerdo deben darse tres condiciones. En primer lugar, ambos cónyuges deben mostrarse de acuerdo en la disolución del vínculo matrimonial. En segundo lugar, es obligatorio establecer un convenio regulador que recoja todas las medidas a adoptar tras la ejecución del divorcio: guarda y custodia de los hijos, pensión de alimentación, reparto de bienes… El juez debe ratificar dicho convenio. Y, en tercer lugar, la legislación determina que deben haber transcurrido al menos tres meses desde que los cónyuges se unieron en matrimonio.
El procedimiento para la ejecución de un divorcio amistoso es rápido y sencillo. Ambas partes presentan la demanda de divorcio acompañada del convenio regulador. La demanda también puede ser presentada por uno solo de los cónyuges, siempre y cuando el otro haya mostrado su consentimiento.
Divorcio express
Si los cónyuges no tienen hijos menores fruto del matrimonio o incapacitados judicialmente, cabe la posibilidad de comparecer ante notario para que éste otorgue escritura pública de divorcio. Es lo que se conoce como divorcio notarial o divorcio express. En este caso también es necesaria la asistencia del abogado. Se trata del medio más rápido y sencillo para la disolución de un matrimonio.
Divorcio contencioso
El contencioso es aquel en el que uno de los cónyuges solicita el divorcio sin el consentimiento de la otra parte. No existe común acuerdo entre ellos, de forma que la demanda no se acompaña de un convenio regulador. Es el juez quien, mediante la sentencia de divorcio, determina las medidas a adoptar en función de las circunstancias personales de cada cónyuge.
En este caso, cualquiera de los cónyuges puede presentar la demanda de divorcio por vía contenciosa, sin necesidad de justificar ninguna causa. El único requisito que establece la ley es que hayan transcurrido al menos tres meses desde que se unieron en matrimonio.
El proceso comienza cuando uno de los cónyuges presenta una demanda de divorcio sin contar con el consentimiento del otro. La otra parte debe responder a ella, tras lo cual el juez cita a ambos en una vista. A partir de este momento es el juez el que determina, mediante una sentencia judicial, todas las medidas: régimen de visitas, guarda y custodia de los hijos, pensión compensatoria… Si alguna de las partes está en desacuerdo, la sentencia puede ser recurrida apelando ante la Audia Provincial.
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