El número de hogares en régimen de arrendamiento ha aumentado de forma notable en los últimos años, por lo que alquilar la vivienda que tienes vacía es la mejor de las opciones para sacarle rentabilidad. Ahora bien, si no quieres poner en riesgo tu inversión y tu propiedad, es fundamental que encuentres a un inquilino solvente y de fiar, que pague la renta en el tiempo y la forma acordados en el contrato de arrendamiento y cuide el inmueble como si fuera suyo.
Dicho así, parece algo sencillo. Pero los datos demuestran lo contrario, ya que el número de inquilinos morosos y de demandas por impago del alquiler se han multiplicado desde 2015. Pero, ¿qué hacer ante esta situación? Aunque existen algunas medidas que puedes llevar a cabo como propietario antes de iniciar la vía judicial para pedir el desalojo el inquilino y el pago de la cuantía adeudada, es muy importante que desde el primer momento cuentes con el asesoramiento de abogados especializados en desahucios.
¿Cómo evitar el desahucio del inquilino moroso?
La demanda por impago del alquiler es la última de las opciones, a la que solo debes recurrir cuando has agotado todos los recursos anteriores. Y es que, iniciar la vía judicial conlleva adentrarse en un proceso largo y complejo, que puede demorarse durante varios meses. Tendrás que contratar un procurador y, en caso de que el inquilino se oponga a la demanda, algo muy habitual para ganar tiempo, deberás enfrentarte a un juicio.
Por este motivo es tan importante evitar llegar a este punto. Ante el primer retraso en el impago de la renta, debes ponerte en contacto con el inquilino para conocer la razón. Quizá se trate de un problema puntual que no va más allá. Pero si esto se convierte en algo frecuente, cuidado, porque podría llegar un momento en el que deje de pagar el alquiler de manera definitiva.
De darse esta situación, la primera opción para solucionar el conflicto es el diálogo. Si no surte ningún efecto, es el momento de ponerte en manos de abogados especializados en desahucios para el envío de un burofax con copia certificada y con acuse de recibo. Una de las principales razones por las que este documento es tan importante es evitar la enervación del inquilino en caso de que la situación acabe en demanda por impago del alquiler.
Cuando se presenta una demanda de desahucio por impago de la renta al inquilino, éste tiene derecho a enervar. Esto quiere decir que paga la deuda y, a cambio, puede seguir residiendo en el inmueble, aunque el propietario se oponga. Cabe señalar que el inquilino sólo puede acogerse a la enervación una única vez mientras esté en vigor el contrato de arrendamiento.
Por lo tanto, es interesante que el inquilino no enerve y es mediante el envío de un burofax. Si le envías un burofax y no paga la totalidad de la cantidad adeudada en los siguientes 30 días, habrá perdido el derecho a enervar. En caso de que pongas la demanda de desahucio por impago del alquiler, el juez ordenará su desalojo sin que el inquilino pueda hacer nada al respecto.
En definitiva, para evitar llegar al punto de tener que presentar una demanda de impago contra el inquilino, hay tres aspectos fundamentales. En primer lugar, cuando decidas poner en alquiler la vivienda, haz un buen proceso de selección para firmar el contrato de arrendamiento con una persona solvente y de fiar. En segundo lugar, si ocurre algún problema con el pago de la renta, trata de solucionarlo de forma amistosa. Y, en tercer lugar, si el diálogo no surte efecto, contrata a abogados especializados en desahucios para el envío del burofax.